El contexto económico italiano en 2025
En 2025, Italia se prepara para un crecimiento del PIB del 0,7%, una cifra que supera las previsiones de Francia y Alemania. Esta mejora se apoya principalmente en el consumo interno y la estabilidad del mercado laboral.
Sin embargo, el país enfrenta desafíos importantes, incluidos los riesgos geopolíticos, la inflación y las tensiones comerciales, que podrían afectar negativamente a la recuperación económica
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El papel del PNRR y las inversiones
El Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) desempeñará un papel crucial a la hora de orientar las inversiones en Italia.
Las medidas planificadas por el gobierno, que ascienden a 28 000 millones de euros, se centran en reducir la brecha fiscal y apoyar los ingresos más bajos. La disciplina fiscal sigue siendo un elemento clave para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública, con el objetivo de reducir la relación entre la deuda y el PIB en al menos un 1% anual.
Sin embargo, las finanzas públicas tienen un margen limitado para estimular el crecimiento, por lo que una senda de ajuste creíble es esencial para mantener
la confianza del mercado.
Sectores impulsores y riesgos futuros
El sector de los servicios, en particular el turismo, se convertirá en uno de los principales motores del crecimiento económico en 2025.
A pesar de las presiones inflacionarias, la resiliencia del mercado laboral y el aumento de los salarios reales podrían favorecer la recuperación del poder adquisitivo de los hogares. Sin embargo, persisten riesgos importantes, como la debilidad de la economía en mercados clave como Francia y Alemania y la posibilidad de que Estados Unidos imponga nuevos aranceles comerciales.
El superávit comercial de Italia con respecto a los Estados Unidos la expone a posibles medidas proteccionistas, por lo que la capacidad de las empresas italianas para
mejorar su competitividad es crucial.