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El entorno económico italiano según Moody’s
Recientemente, Moody’s confirmó la calificación de Italia en «Baa3» con una perspectiva estable, cerrando así un ciclo de revisiones en el que también participaron otras agencias de calificación, como Fitch y S&P.
Esta decisión, aunque tranquilizadora, no debe ocultar los importantes desafíos a los que se enfrenta el país. La agencia destacó la ralentización del crecimiento económico, con previsiones de un aumento del PIB limitado al +0,9% en 2025 y al +1% en 2026,
debido a la influencia negativa de la situación económica alemana.
Deuda pública y déficit fiscal
Otro punto crucial planteado por Moody’s se refiere a la deuda pública italiana, que se espera que aumente hasta el 139,7% del PIB en 2024 y más del 143% en 2027.
Si bien se espera que el déficit fiscal caiga hasta el 4,6% del PIB en 2024, frente al 7,2% en 2023, esta reducción no será suficiente para invertir la tendencia creciente de la deuda. La agencia señaló que los costos promedio de la deuda están aumentando, y que los pagos de intereses podrían alcanzar el 8,2% de los ingresos
en 2025.
El Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR)
Moody’s también ha expresado su preocupación por la implementación del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Si bien los fondos siguen respaldando las perspectivas económicas, los resultados obtenidos hasta ahora han sido calificados de «contradictorios».
La agencia advirtió de que será difícil para Italia gastar todos los recursos disponibles antes de finales de 2026, destacando la necesidad de una gestión más eficaz de
los fondos públicos.
Las reacciones del gobierno italiano
El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, comentó sobre la situación económica, calificándola de compleja y haciendo hincapié en la necesidad de hacer sacrificios para mantener las cuentas en orden.
También destacó los éxitos logrados gracias a un enfoque prudente, como la reducción del diferencial y la mejora de las perspectivas por parte de algunas agencias de calificación. Sin embargo, la actual maniobra económica presenta varios desafíos, incluida la cuestión de la tasa de la RAI, que está bloqueando el decreto fiscal en el Senado
.
Conclusiones y perspectivas futuras
En resumen, la confirmación de la calificación por parte de Moody’s representa una señal de estabilidad, pero los desafíos económicos siguen siendo importantes. La necesidad de reformas estructurales y de una gestión más eficaz de los recursos públicos es esencial para garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo. A la espera de la cumbre entre los líderes políticos italianos, el futuro económico del país dependerá de la capacidad de hacer frente a estos desafíos de manera eficaz
.
