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Un anuncio inesperado
Ernesto Maria Ruffini anunció su renuncia como director de la Agencia Tributaria, un hecho que sorprendió a muchos observadores. En una entrevista con el Corriere della Sera, Ruffini explicó que su decisión estuvo motivada por un cambio en el clima político y social, lo que lo llevó a considerar necesario dar un paso atrás.
«No voy a salir al campo, pero reivindico el derecho a hablar», afirmó, haciendo hincapié en su deseo de mantener su integridad y respeto
por las leyes.
Los motivos de la renuncia
Ruffini aclaró que su decisión de renunciar está vinculada a su convicción de que el bien común debe prevalecer sobre cualquier interés personal o político.
«Mi única brújula en los últimos años ha sido el respeto a las leyes y al mandato que se me ha confiado», dijo. Este enfoque, según él, es esencial para garantizar que la Agencia Tributaria pueda operar de manera justa y equitativa, sin dejarse influir por presiones externas o por un clima de hostilidad hacia
las autoridades tributarias.
Críticas y contexto actual
La renuncia de Ruffini se produce en un momento en que la Agencia Tributaria se encuentra en el centro de un acalorado debate político. Las recientes declaraciones de funcionarios del gobierno, que compararon a la agencia con un «pedazo de Estado», han contribuido a crear un clima de tensión.
Ruffini respondió a estas críticas afirmando que satanizar a las autoridades tributarias significa golpear el corazón del Estado. También hizo hincapié en que el nivel de tributación lo decide el legislador, no la Agencia, y que es esencial mantener un diálogo constructivo para
abordar el problema de la evasión fiscal.
El futuro de la Agencia Tributaria
Con la renuncia de Ruffini, se abre un nuevo capítulo para la Agencia Tributaria. La elección de su sucesor será crucial para determinar la dirección futura de la agencia y hacer frente a los desafíos relacionados con la lucha contra la evasión fiscal.
Ruffini expresó su esperanza de que el nuevo director pueda seguir trabajando por el bien común, manteniendo un enfoque justo y equitativo con los contribuyentes. Su experiencia e ideas podrían resultar valiosas para quienes vengan después de él, en un momento en que la confianza de los ciudadanos en las instituciones
es fundamental.