El entorno económico chino en el tercer trimestre de 2024
En el tercer trimestre de 2024, el producto interno bruto (PIB) de China se desaceleró y registró un crecimiento del 4,5% en comparación con el mismo período del año anterior.
Si bien esta cifra representa una desaceleración en comparación con los trimestres anteriores, sigue siendo superior a las expectativas de los analistas, que esperaban un aumento del 4,2%. Este resultado es significativo en un contexto global caracterizado por las incertidumbres económicas y las tensiones geopolíticas
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La desaceleración del PIB chino se puede atribuir a varios factores, entre ellos la disminución de la demanda interna, las dificultades en el sector inmobiliario y las restricciones relacionadas con la pandemia. Sin embargo, la resiliencia de China también se manifiesta a través de políticas fiscales y monetarias expansivas, cuyo objetivo es estimular el crecimiento y apoyar a los sectores más afectados
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Sectores clave e impactos en el mercado global
El sector de servicios siguió mostrando signos de recuperación, lo que contribuyó de manera significativa al crecimiento del PIB. Sin embargo, el sector manufacturero se ha ralentizado, influido por la caída de las exportaciones y la creciente competencia internacional.
Este escenario ha generado una creciente preocupación entre los inversores, que temen un impacto negativo en las cadenas de suministro mundiales
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Además, la desaceleración del PIB chino tiene repercusiones directas en los mercados financieros internacionales. Las bolsas de valores de todo el mundo han reaccionado con volatilidad, ya que los inversores intentan evaluar las implicaciones a largo plazo de esta situación.
Las empresas que dependen en gran medida del mercado chino están revisando sus estrategias para adaptarse a un entorno económico cambiante
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Perspectivas futuras y estrategias de crecimiento
De cara al futuro, los expertos predicen que China continuará implementando políticas destinadas a estimular el crecimiento económico.
Las autoridades chinas están trabajando para promover la innovación y la sostenibilidad, invirtiendo en tecnologías e infraestructuras ecológicas. Estas iniciativas no solo podrían contribuir a la recuperación económica, sino también a posicionar a China como líder en el sector de las energías renovables.
Además, China está intentando diversificar sus fuentes de crecimiento, centrándose en sectores emergentes como la tecnología y los servicios digitales. Esta estrategia podría resultar crucial para abordar los desafíos económicos y garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo
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