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El contexto demográfico actual
La crisis demográfica en Italia está adquiriendo proporciones preocupantes, con una serie de nuevas pensiones que superan con creces los nacimientos. Según las estimaciones, la relación entre el gasto en pensiones y el PIB podría alcanzar el 17% en los próximos 15 años, lo que pone de relieve la necesidad de una intervención urgente en el sistema de seguridad social.
Este escenario pone de relieve la importancia de las formas de provisión de pensión complementaria, que podrían representar una solución para garantizar un futuro financiero más seguro para los trabajadores italianos
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Adhesión a la pensión complementaria
A pesar de la urgencia de la situación, solo uno de cada cuatro ciudadanos de entre 30 y 59 años invierte en una pensión complementaria. Según un informe de Moneyfarm, de los 24,2 millones de italianos nacidos entre 1965 y 1994, solo el 26% tiene un fondo de pensiones.
Esta cifra es alarmante, teniendo en cuenta que el 74% restante no tiene pensión complementaria, a menudo por motivos laborales o por elección personal. Además, entre los que se han adherido a un fondo de pensiones, casi el 28% no realiza depósitos activos, por lo que permanecen en una situación de incertidumbre económica de
cara al futuro.
El papel de la indemnización por despido en la jubilación
Otro aspecto crítico es el uso de la indemnización por despido (indemnización por despido) para financiar una pensión complementaria. Solo el 22% de las indemnizaciones por despido acumuladas se depositó en fondos de pensiones, mientras que la mayoría permanece en empresas o en el Fondo del Tesoro del INPS.
Este comportamiento pone de manifiesto la falta de conciencia sobre los beneficios fiscales y las oportunidades de inversión que pueden ofrecer los planes de jubilación complementarios. Andrea Rocchetti, de Moneyfarm, destaca la importancia de empezar a invertir en pensiones complementarias lo antes posible, para aprovechar el factor tiempo y garantizar
un futuro tranquilo.
Disparidad de género en la provisión de pensiones
Otro elemento a tener en cuenta es la disparidad de género en la participación en la prestación de pensiones complementarias. Los hombres de entre 40 y 59 años muestran una tasa de adhesión del 33,5%, frente al 21% de las mujeres. Las mujeres jóvenes de entre 30 y 39 años tienen la tasa de afiliación más baja, ya que solo el 17% invierte en pensiones complementarias. Esta diferencia se ve agravada por una tasa media de empleo del 63% para las mujeres, frente al 83% para los hombres, lo que dificulta que muchas mujeres accedan a una pensión adecuada
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Desafíos futuros para las trabajadoras
Las perspectivas de las trabajadoras son cada vez más complejas, con una tasa de empleo que disminuye con la edad. Entre las mujeres de 55 a 64 años, solo el 48% tiene empleo, en comparación con el 69% de los hombres. Esto dificulta lograr la continuidad de las contribuciones necesarias para acceder a la pensión de jubilación. Además, la brecha salarial entre hombres y mujeres, con un salario medio anual de 26 227 euros para los hombres frente a 18 305 euros para las mujeres, se refleja inevitablemente en los montos de las pensiones, lo que agrava aún más la situación de las mujeres en el sistema de seguridad social
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Conclusiones y perspectivas
En un contexto de crisis demográfica y creciente desigualdad, es esencial que los trabajadores italianos comprendan la importancia de la provisión de pensiones complementarias. Invertir en un fondo de pensiones no es solo una elección personal, sino una necesidad para garantizar un futuro financiero estable. La industria del ahorro debe desempeñar un papel activo a la hora de informar y sensibilizar a los ciudadanos sobre las ventajas de la pensión complementaria, de modo que todos puedan afrontar el futuro con
mayor tranquilidad.