Introducción a la gestión de family office
El concepto de family office se ha vuelto cada vez más relevante en el panorama de la gestión patrimonial. Estas entidades, creadas para administrar los activos de las familias adineradas, se ocupan de las inversiones, la planificación fiscal y la sucesión.
Con el aumento de la complejidad de los activos, es fundamental entender cómo estructurar eficazmente una family office para garantizar la continuidad y el crecimiento de los activos
a lo largo del tiempo.
La profesionalización de la gestión de activos
Una family office debe gestionarse de forma profesional para hacer frente a los desafíos del mercado actual. Es esencial considerar la inclusión de miembros externos en la junta directiva, con experiencia específica en los campos financiero e industrial. Este enfoque no solo enriquece las decisiones estratégicas, sino que también ofrece una perspectiva externa que puede resultar crucial en tiempos de crisis o cambio. La creación de una tarjeta de familia puede ayudar a definir los criterios de contratación de los futuros directores, garantizando que se respeten las habilidades requeridas
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Gobernanza y sucesión: una cuestión crucial
La gobernanza es un aspecto fundamental para el éxito de una family office. Es importante establecer quién tendrá el control del capital social y cómo se gestionará el derecho a votar en las reuniones. Las decisiones sucesorias deben planificarse cuidadosamente para evitar conflictos entre los miembros de la familia. La figura del compañero de trabajo puede ser una solución eficaz para estabilizar la dinámica familiar, especialmente en el contexto de las asociaciones. Además, es crucial proteger los derechos de los accionistas minoritarios, garantizando que puedan opinar en las decisiones estratégicas
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¿Preparándose para el futuro de la family office?
La preparación adecuada para el futuro de la family office es fundamental. Esto no solo implica una planificación fiscal estratégica, sino también la creación de un entorno favorable al crecimiento de los activos. Las familias deben estar preparadas para enfrentar los desafíos del cambio generacional, garantizando que los valores y las habilidades se transmitan a las nuevas generaciones. Capacitar e informar a los miembros no operativos son igualmente importantes, ya que contribuyen a una gobernanza más inclusiva y consciente
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