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La importancia de la generación Z en el sector energético
La generación Z, compuesta por jóvenes nacidos entre 19, está comenzando a tomar decisiones financieras que impactarán el futuro del mundo. En Perú, donde los hidrocarburos representan más del 70% de la oferta total de energía primaria, es crucial que esta generación comprenda su papel en la transición energética.
A medida que el país enfrenta desafíos en la exploración y explotación de recursos naturales, la generación Z tiene la oportunidad de influir en la dirección de las inversiones energéticas hacia un futuro más sostenible.
Desafíos en la inversión energética
El sector energético peruano enfrenta una serie de desafíos que afectan la inversión en hidrocarburos. La caída drástica en la inversión en exploración, que pasó de US$ 500 millones en 2014 a apenas US$ 1.18 millones en 2024, es alarmante.
Esto se debe a varios factores, incluyendo la baja competitividad y la debilidad institucional. La generación Z, al ser más consciente de la sostenibilidad y el cambio climático, puede abogar por políticas que promuevan la inversión en energías renovables y alternativas, lo que podría cambiar la dinámica del sector.
Oportunidades para la generación Z
La generación Z tiene la capacidad de impulsar un cambio significativo en el sector energético a través de sus decisiones de inversión. Al optar por empresas que priorizan la sostenibilidad y la innovación, pueden fomentar un entorno donde la exploración de recursos se realice de manera responsable.
Además, la promoción de nuevas leyes que faciliten la inversión en energías limpias podría ser una prioridad para esta generación. La implementación de un modelo que integre la consulta previa y simplifique los procedimientos podría ser clave para atraer inversiones en el sector energético.
El futuro energético del Perú
El futuro energético del Perú depende en gran medida de la capacidad de la generación Z para influir en las políticas y decisiones de inversión. Con una planificación eficiente y políticas claras, es posible lograr una transición energética efectiva que equilibre el uso de hidrocarburos con el desarrollo de energías renovables. La generación Z, al ser más activa en la defensa de sus valores, puede convertirse en un motor de cambio en la forma en que se aborda la energía en el país. La gran pregunta es: ¿podrá esta generación liderar el camino hacia un futuro energético más sostenible y responsable?