Un aumento significativo de la riqueza neta
Según datos recientes proporcionados por el Banco de Italia y el ISTAT, la riqueza neta de las familias italianas alcanzó una cifra récord de 11.286 millones de euros a finales de 2023.
Esto representa un aumento del 4,5% en comparación con el año anterior, marcando el valor más alto desde 2005. Sin embargo, es importante señalar que, si bien ha habido un crecimiento nominal, en términos reales, la riqueza es más de siete puntos porcentuales inferior a la de 2021, debido a la inflación que caracterizó
a 2022.
La dinámica del mercado inmobiliario y financiero
Los activos no financieros, en particular la vivienda y el suelo, crecieron un 1,6%, y la vivienda experimentó un aumento del 1,9%.
Por otro lado, los activos financieros, que incluyen valores y acciones, mostraron un aumento significativo del 7,1%. Este aumento se vio impulsado por la recuperación de los mercados financieros, que ayudó a compensar las pérdidas sufridas en 2022. Sin embargo, los depósitos bancarios se contrajeron un 3,2%, la caída más pronunciada desde 2005, lo que sugiere un cambio en las opciones de inversión de las familias italianas, que están optando por instrumentos más dinámicos y potencialmente más rentables
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Comparación internacional y estabilidad empresarial
En comparación internacional, la relación entre la riqueza neta de las familias italianas y la renta bruta disponible se ha mantenido sin cambios, mientras que en países como Francia y el Reino Unido se ha deteriorado. En cuanto a las sociedades no financieras, la riqueza bruta aumentó gracias al crecimiento de las instalaciones y la maquinaria, pero los depósitos mostraron una disminución por primera vez desde 2012. Las empresas italianas, si bien muestran estabilidad, deben prestar atención al aumento de los pasivos, lo que requiere una gestión cuidadosa para evitar riesgos futuros
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Los desafíos futuros y el equilibrio de las administraciones públicas
El patrimonio neto de las administraciones públicas registró un saldo negativo de 1.432 millones de euros, lo que representa un deterioro en comparación con 2022. Esto se debe a un aumento de los pasivos, que ha superado al de los activos. A pesar del aumento de los activos no financieros, el valor de las plantas y la maquinaria ha crecido, mientras que el de las obras de ingeniería civil ha disminuido. En el aspecto financiero, el valor de los valores de la cartera aumentó considerablemente, pero el aumento de los pasivos se debió principalmente a la deuda pública, cuyo valor total creció en 209 000 millones de euros
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