Una caída significativa en las ventas de casas nuevas
En octubre, las ventas de viviendas nuevas en los Estados Unidos experimentaron una caída sorprendente, registrando una caída mensual del 17,3%. Esta cifra difiere significativamente de las expectativas de los analistas, que esperaban una disminución menor, del 1,8%.
Además, la cifra anterior, revisada del +4,1% al +7%, puso aún más de manifiesto la gravedad de la situación. Esta caída es particularmente preocupante en un entorno económico ya de por sí frágil, en el que la confianza de los consumidores y la dinámica del mercado inmobiliario son cruciales para
la recuperación económica.
Reacciones del mercado e incertidumbre económica
La reacción del mercado fue inmediata, con la apertura de Wall Street en un clima de incertidumbre. El Dow Jones cayó tras alcanzar un récord, mientras que el S&P 500 alcanzó un nuevo máximo intradía. Las tensiones se ven amplificadas por las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump sobre los nuevos aranceles comerciales contra México, Canadá y China. Los inversores esperan unos minutos de la Reserva Federal con la esperanza de recibir orientación sobre las tasas de interés futuras, lo que podría influir aún más en el mercado inmobiliario y en las ventas de viviendas
.
El caso WIIT y la rentabilidad de las acciones
En un contexto de incertidumbre económica, las empresas también están intentando adaptarse. WIIT, por ejemplo, anunció recientemente la compra de 5.000 acciones propias por un valor de 99.600 euros, como parte de un programa de recompra. Desde el inicio de esta iniciativa, la compañía ha adquirido un total de 30.900 acciones, lo que corresponde al 0,11% del capital social. A pesar de estas transacciones, la acción cayó un 0,60% en Piazza Affari y cerró en 19,74 euros. Este escenario pone de relieve cómo incluso las empresas más fuertes se enfrentan a importantes desafíos en un
mercado volátil.
Implicaciones para la industria de semiconductores
Otro aspecto a tener en cuenta es la reciente reducción de la financiación destinada a Intel, que se ha reducido a 7.860 millones de dólares gracias a la Ley sobre la Ciencia y el Chips de los Estados Unidos, frente a los 8.500 millones previstos inicialmente. Este apoyo es fundamental para impulsar la producción de semiconductores y los proyectos de envasado avanzado en los Estados Unidos, pero la reducción de la financiación podría tener importantes repercusiones en la industria. Intel, de hecho, ha planificado inversiones sustanciales en el país, y una disminución de la financiación podría obstaculizar el crecimiento y la innovación en un sector que ya está
bajo presión.