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Aumento de los salarios en 2024
En 2024, los salarios medios en las empresas italianas aumentaron un 3,8%, según la Encuesta de Remuneración Total 2024 de Mercer. Se espera que este aumento, aunque significativo, se desacelere en 2025, con estimaciones que indican un aumento más moderado del 3,5%.
Las políticas de compensación de las aproximadamente 700 empresas analizadas, que emplean a un promedio de 1.700 empleados, muestran cómo la tendencia de la inflación está influyendo en las decisiones salariales, lo que convierte a este
parámetro en un elemento clave en las estrategias empresariales.
Estrategias de compensación innovadoras
A pesar de los desafíos económicos, muchas empresas están intentando mejorar la situación salarial para atraer y retener el talento. En un mercado laboral competitivo, el componente variable a corto plazo se utiliza cada vez más.
Además, el 22% de las empresas han introducido sistemas de incentivos a largo plazo para recompensar los puestos clave. Al mismo tiempo, está aumentando la adopción de prestaciones flexibles, con un aumento del 17% en comparación con 2023, y de métodos de trabajo flexibles, cuyo objetivo es crear ofertas de recompensas totales personalizadas
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La importancia de la educación continua
Marco Morelli, director ejecutivo de Mercer Italia, señala que la pérdida de poder adquisitivo ha hecho que las políticas meritocráticas sean menos selectivas, lo que ha ampliado la audiencia de beneficiarios de aumentos salariales.
Sin embargo, las empresas también están reconociendo la importancia de la educación continua como parte integral de las políticas de compensación. Casi el 50% de las empresas ofrecen programas de capacitación que cubren completamente los costos, a menudo sin la obligación de permanencia para los empleados.
Este enfoque es esencial para hacer frente a los desafíos del mercado laboral, donde las habilidades son cada vez más demandadas.
La brecha en la participación en la formación
A pesar de la importancia de la formación, Italia tiene una tasa de participación del 35,7% en las actividades formativas entre adultos de entre 25 y 64 años, muy por debajo de la media europea. Las causas de esta baja participación son múltiples, e incluyen factores sociodemográficos como la edad y el nivel de educación. En particular, la participación en los programas de aprendizaje formal disminuye drásticamente después de los 35 años, y solo el 1,3% de las personas mayores de 35 años participan en cursos formales. Incluso entre los jóvenes, la tasa de participación es inferior a la media europea, lo que pone de relieve la necesidad de intervenciones específicas para mejorar el acceso a la formación
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